Al llegar a la cincuentena, el cuerpo experimenta grandes cambios, principalmente hormonales, pero no sólo. El metabolismo tiende a ralentizarse y se observa una pérdida de apetito. El sentido del gusto, el olfato y la sed se vuelven menos agudos, y nuestra dieta, y por tanto nuestra salud, acaban por resentirse. La cincuentena es, por tanto, una época de la vida en la que es importante prestar atención a la dieta para poner el cuerpo en las mejores condiciones posibles. Así que no olvide elegir cuidadosamente los alimentos que consume.
He aquí 6 alimentos esenciales para las personas de cincuenta años.

Las naranjas tienen muchos beneficios y, sobre todo alrededor de los cincuenta, se convertirán en un gran amigo. Los cítricos, y las naranjas en particular, desempeñan un papel importante en la lucha contra el cáncer, sobre todo si se consumen varias veces por semana. Además de reducir el riesgo para el aparato digestivo y las vías respiratorias superiores, frenan la progresión de esta terrible enfermedad, gracias a su poder antioxidante, que aumenta la resistencia de las células sanas. Este alimento también desempeña un papel clave en la prevención de enfermedades cardiacas y cerebrovasculares.
Además de las naranjas, es importante aportar al organismo los nutrientes que necesita, sobre todo grasas buenas. Por eso es importante añadir a la dieta aceite de oliva y pescado, que siempre son buenas opciones.

El aceite vegetal, como el de colza, es una excelente forma de prevenir las enfermedades cardiovasculares, los infartos y las enfermedades coronarias. Estos dos tipos de aceite son realmente la mejor forma de mantener tu cuerpo sano. En cambio, hay que evitar la mantequilla y otras grasas animales. Los aceites vegetales ralentizan el proceso de envejecimiento de las células, mejorando la salud del cuerpo, el cabello y la piel. Desde la antigüedad, se han utilizado como productos de belleza para nutrir, proteger e hidratar la piel. Estos aceites crean una fina capa de grasa sobre la piel que impide que el agua de la capa externa se evapore. Gracias al aceite vegetal, la piel se mantiene hidratada y el cutis es más luminoso.

La vitamina D es muy importante para la salud y, en particular, para la absorción del calcio. Con la edad, el cuerpo humano pierde su capacidad de fijar y mantener el calcio, lo que puede provocar problemas de osteoporosis. Para evitar este tipo de problemas, es necesario incluir en la dieta alimentos ricos en vitamina D, como el pescado azul (pez espada, anguila, salmón, atún), los huevos, el aceite de hígado de bacalao, el hígado de ternera, la leche de soja y las setas porcini. También es importante exponerse con regularidad y seguridad a los rayos del sol para asegurarse un buen aporte de vitamina D.

Las nueces son el alimento antienvejecimiento por excelencia, gracias a su enorme contenido en vitamina E. La vitamina E es esencial para proteger el organismo contra el envejecimiento. La vitamina E es esencial para proteger la membrana celular, ayudando a proteger y regenerar las células del organismo. También contienen omega 3 y magnesio, que favorecen la salud del corazón y confieren a los tejidos importantes propiedades antioxidantes.

Los aguacates son una fuente de vitaminas C y E, que desempeñan un papel activo en la conservación del aspecto joven de la piel al estimular la producción de colágeno.
La lechuga romana es una rica fuente de fibra alimentaria, pero también contiene vitaminas y minerales que ayudan a combatir el estrés, la hipertensión, los problemas digestivos y la inflamación de los órganos internos.

Todo esto, por supuesto, debe combinarse con una actividad física saludable: el movimiento físico es vital para la salud a largo plazo. Una buena rutina de ejercicio puede ayudar a reducir el riesgo de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2 y prevenir la osteoporosis. Caminar, correr, nadar, montar en bicicleta o bailar ayudan a controlar la tensión arterial y mejoran la función pulmonar. Los ejercicios regulares de estiramiento y flexibilidad son importantes para mantener la movilidad de las articulaciones y evitar lesiones. El yoga y el tai chi también son recomendables, ya que combinan un componente físico con otro emocional y espiritual.